DENGUE MEREQUETENGUE

Por: Hugo Fernando Cabrera Ochoa

Preocupa y mucho que el dengue continúe amenazando a los huilenses y permanezcamos aún en el top diez de los departamentos con mayor número de casos de enfermos a causa de este peligroso virus transmitido por el famoso vector “aedes aegypti”, según lo señala el último boletín epidemiológico emitido por el Instituto Nacional de Salud.

Aunque estamos dando inicio a nuevas administraciones municipales y departamental, y esto genera una especia de crisis a raíz de la parsimonia con que se comienza a gobernar, no podemos dejar en espera un tema tan importante como lo es la atención a esta enfermedad y las estrategias para el control de la propagación de la misma.

Las actividades específicas por parte de los servicios de salud y los programas de control se ven obstaculizados, con diferentes grados de complejidad por la influencia de factores económicos, políticos, sociales y administrativos. Existe asimismo una falta de aplicación en el terreno de la prioridad oficial de la prevención y el control del dengue. Las actividades de control del vector no cuentan con sostenibilidad, lo cual se relaciona con la carencia de institucionalización de programas, falta de integración intersectorial y de participación comunitaria.

Según la Organización Panamericana de la Salud, el control y la erradicación son dos estrategias, con metodologías y metas diferentes.

“La estrategia de erradicación implica cobertura universal de todos los criaderos del mosquito en todas las casas de todas las localidades infestadas en el departamento, para la eliminación total del vector y la subsecuente vigilancia permanente contra la reinfestación. El costo inicial de esta estrategia es alto, pero una vez eliminado el mosquito, el costo de vigilancia contra la reinfestación es mucho menor, y se evita totalmente la transmisión del zika, el dengue y el chikungunya.

La estrategia de control, tiene como base evitar epidemias y muertes por dengue, zika y/o chikungunya. Se identifican las áreas con mayor riesgo y se concentran los esfuerzos en estas áreas para reducir la presencia del vector.

Una estrategia intermedia entre control y erradicación, sobre todo cuando no hay suficientes recursos para cobertura universal, sería la eliminación total del vector en áreas limitadas de alto riesgo, la expansión progresiva de estas áreas libres del vector, y la vigilancia contra la reinfestación”.

La verdad es que no se les presta la atención debida a estas enfermedades y siempre se reacciona ante la presencia de un gran número de infectados y de algunos fallecidos, como consecuencia de las mismas. En estos días de intenso verano y tímidas lluvias, los mosquitos se reproducen ágilmente y es posible que como consecuencia de ello se tenga un repunte en el número de personas afectadas por la picadura del vector infectado.