Inquietante denuncia de Luis Enrique Dussán, candidato a la gobernación del Huila
El excongresista Luis Enrique Dussán reveló una situación dramática que acosa a los niños del Huila y quizá del país: Las drogas alucinógenas, convertidas casi en los dulces del recreo, está exacerbando la delincuencia y contribuyendo a los altos niveles de suicidio juvenil que hoy registran las autoridades.
Dussán, que fue gerente del Banco Agrario, considera que la drogadicción es campante en cada uno de los 37 municipios y lo que se palpa es que el microtráfico esta permeando todos los niveles de la sociedad y a todas las edades.
“Desde niños los están induciendo y generando alta dependencia. Empiezan a perder los valores y principios, el respeto, se destruyen las familias”, diagnostica Dussán.
En su criterio, “la primera reacción lógica es la aplicación de la autoridad, que debe ejercerse con toda la contundencia, especialmente hacia los jíbaros que deben ser expulsados de las escuelas y colegios, sus alrededores, sitios públicos y donde quiera que operen; tarea que no solo compete a la Policía que hace ingentes esfuerzos, sino desde una política pública en cabeza de los gobiernos nacional, departamental y municipales con el apoyo de toda la sociedad”.
El dirigente, de origen liberal, plantea “avanzar con acciones efectivas que resuelvan el problema de fondo, como es la recuperación de la familia como célula principal y núcleo fundamental de la sociedad, que contribuye de manera definitiva al desarrollo integral de las personas”.
-“Debemos aplicarnos con mayor atención en la formación desde el hogar, dando amor, infundiendo autoestima, compromiso, disciplina, honestidad, carácter, gratitud, optimismo, humildad, paciencia, tolerancia, comprensión, cooperación. Debemos recuperar la comunicación y la confianza, los momentos de compartir y la diversión en familia. Hacer que los hijos se esfuercen para obtener sus cosas, que aprendan a valorar y que le encuentren sentido a su existencia”.
Insiste que el problema no es solo policivo: “Hay que fortalecer nuestro sistema educativo y acompañar los esfuerzos de la religión en la misma dirección que en la familia, donde además de transmitir conocimientos, ayudemos a formar buenos seres humanos, con dignidad, felices, que produzcan, progresen, aporten y se sientan útiles a la sociedad”.
Anuncia que como gobernante buscará ocupar productivamente el tiempo de los jóvenes, llevarlos a aprender un arte u oficio que les pueda ser útil en su vida, desarrollar alguna actividad artística o cultural, practicar algún deporte y prestar un servicio social.
Todos deberíamos preguntarnos –dice Dussán- cuál es nuestro papel y responsabilidad con nuestras nuevas generaciones, que si no actuamos ya, se echarán a perder. Sin duda el reto es inmenso, requerimos un relevo generacional responsable con la vida, donde desde la política, lo público o cualquier posición que tengamos en la sociedad, podemos contribuir.